Autor: José C. Poblano García
Twitter: @JClemente_P
Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM, cursó la Especialidad en Derecho Constitucional por la División de Estudios de Posgrado de la misma institución. Cuenta con un Diplomado en el Marco Legal de la Transparencia y Acceso a la Información Pública.
Recientemente, nuestro país se vio sacudido por una de las olas “democráticas” con más entusiasmo que se ha vivido en la historia reciente de México. Las cifras del Instituto Nacional Electoral arrojan como datos, que se trató del mayor ejercicio realizado, en cuanto a magnitud e impacto por el organismo autónomo desde la fecha de su creación, dada la cantidad de curules, escaños y demás puestos de elección popular sometidos a votación.[1] Además de que también, se contó con una participación de poco más del 62% del listado nominal, de quienes acudimos a expresar nuestra preferencia por alguno de los candidatos.
Retomando las comillas que flanquean la palabra democracia al inicio de la redacción, se hace la aclaración de que no atienden a negar la naturaleza del ejercicio, sino a que tal vez nos encontremos ante la mejor oportunidad de la historia moderna del país para tratar de mejorar o perfeccionar el ejercicio democrático de la ciudadanía mexicana.
Aunque el presidente electo ha tomado en cuenta la vox populi con la emisión de consultas, lo cierto es que se han dejado de lado mecanismos previstos en otros órdenes jurídicos que podrían activarse de manera adecuadamente regulada para recabar la participación de la población. Tal es el caso del referendo o el plebiscito, ambas figuras doctrinal y pragmáticamente dirigidas a permitir que una sociedad se involucre en la toma de decisiones de su gobierno, lo que a nuestro parecer podría traducirse en un respaldo simbiótico de la legitimidad y de ejercicio pleno democrático.
[1] Se trató de la elección de 1 presidente de la república, 64 senadurías por el principio de mayoría relativa, 32 senadurías por el principio de representación proporcional, 32 senadurías de primera mayoría y 500 diputaciones, 300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional. Lo anterior, sólo para el ámbito federal, disponible en: https://prep2018.ine.mx/#/presidencia/nacional/1/1/1/1