Autor: Dante Patiño Carapia
Con el cambio de régimen, uno de los temas que mas llamaron la atención fue el de la nueva Fiscalía General de la República, y es que el 29 de enero de 2016 se reformó el artículo 102 de la Constitución, estableciéndose como uno de los principales cambios que la Procuraduría General de la República pasaría a ser la Fiscalía General de la República, un órgano autónomo, dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios. Además, quedó establecido que el titular de dicho organismo durará 9 años en el cargo y tendrán a su cargo las funciones del Ministerio Público Federal, es decir, la persecución de delitos del orden federal, solicitar medidas cautelares en contra de los imputados, buscar y presentar pruebas que acrediten la participación de estos últimos en delitos, pedir la aplicación de las penas correspondientes, entre otras.
Dado lo anterior, el 14 de diciembre del año pasado se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Ley Orgánica de la Fiscalía General de la República, mediante la cual se establecen los parámetros organizacionales del citado organismo autónomo, sobre todo en relación con el “nuevo” sistema de justicia penal.
Por otro lado, si bien nuestro máximo ordenamiento jurídico señala desde hace 2 años la conversión de la Representación Federal a Fiscalía, aun al entrar el gobierno de transición del presidente Andrés Manuel López Obrador, tuvo que nombrar como Encargado del Despacho de la aún Procuraduría General de la República, a Alejandro Gertz Manero, quien tiene alrededor de 40 años en el sector público en México y que se ha desempeñado, entre otros cargos, como Secretario de Seguridad Pública a nivel Local y Federal, Ministerio Público Federal, Diputado Federal por Movimiento Ciudadano, así como Oficial Mayor de la propia PGR; para posteriormente pasar a formar parte del Consejo de Seguridad del Presidente actual.
Cabe señalar que, contrario a lo que solicitaban las organizaciones civiles a través de #FiscalíaQueSirva, el proceso de selección del titular de la FGR fue de acuerdo a lo establecido por la Constitución en su artículo 102 apartado A, por lo que fueron elegidos como aspirantes Bernardo González Garza, Luis Pérez de Acha, Estela Azcona Cadena, Ernesto López Saure, Lizbeth Xóchitl Padilla Sanabria, Marcos Santana Montes, Julio Ángel Sabines Chesterking, Alejandro Gertz Manero, Bernardo Bátiz y Eva Verónica de Gyves Zárate, estos últimos tres mas afines al actual Presidente y que fueron designados posteriormente como terna a votación del senado.
Es así que, con 91 votos de los 117 totales, el Senado designó a Alejandro Gertz Manero como el primer Fiscal General de la República, quien a sus 79 años ocupará dicho cargo durante los próximos 9 años.
No obstante lo anterior, diversos grupos sociales y políticos, se han manifestado en contra de tal designación, pues mientas algunos afirman que hubo una simulación, otros señalan que debería cambiar el proceso de selección estipulado en nuestra Carta Magna y existir una verdadera autonomía e independencia para lograr tener una Fiscalía imparcial.
Nos queda como ciudadanos mantenernos a la expectativa de que se generen cambios reales, que sean eficientes los procesos de denuncia a nivel local y federal, que se haga sentir al ciudadano que se le escucha y se le atiende y salvaguardar los derechos humanos de las personas, pues es en la Fiscalía donde recae la protección jurídica de los mexicanos, sin importar si hemos sido afectados por un delito de menor o mayor impacto, y el hecho de que haya quedado como titular una persona aparentemente cercana a AMLO y diversos personajes de la política mexicana, nos debe motivar a seguir de cerca su actuación y desempeño, que atienda a los principios de autonomía, independencia e imparcialidad y por fin se dé un paso importante en la procuración de justicia en nuestro país, pues una mejor atención de las denuncias y procesos penales, disminuirá la impunidad e influirá en la disminución de la delincuencia en todos sus niveles, y en consecuencia, dará esa tan citada Cuarta Transformación. Siempre críticos.