PROYECTO QUE PROYECTA SU SOMBRA

Por: María Eugenia Aparicio Velazquez.

 

Hilvanando sombras

mortíferos polvos y antes huesos….

Hilvanando cómo se tuercen los comentarios

y los ábacos de palabras que cuentan su dicción

Hilvanando espacios rotos

espejos que no reflejan I reflectan          

refractan

Hilvanando gestos

en el rostro despreocupado

Hilvanando desprefiguraciones

algo que borre sin ser de goma

Hilvanando horas en el minutero

Segundos en los momentos

acomodando las flechas en la constante     

que tal vez no exista

Hilvanando mortificaciones en las misas

bocas entumidas en el rosario

Hilvanando creencias en silencio

y en sonido dogmas como conjuros de moda

que pasan

Hilvanando pasos descalzos

huaraches aguardentosos

Hilvanando incertidumbre

en la lumbre de la certeza

Hilvanando verdad que no se sigue los pasos

Hilvanando esa su sombra en su sorbo.

Hilvanando la piel rota

el murmullo

Hilvanando la luz

sus colores inquietos

Hilvanando ilusiones ópticas, terratenientes de sentidos

coraje de mirar

Hilvanando pura hipótesis

en la mentira de una teoría 

y descubrir que el proyecto fue

hilvanar desaciertos

ronquidos de exactitud

lunas rotas usadas para remojar en el café 

 y descubrir que no hay proyecto 

solo proyección 

insípida

sombra de algo que no pudo hilvanarse

porque en el espacio donde no llega luz

tampoco hay control

y porque se hilvana de noche,

especialmente de noche.

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